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Las almas oscuras de este mundo si tienen Dios, es esta ridícula soledad el ser supremo y casi divino que inspira a estos espíritus sombríos e imaginativos del arte...
No puedo igualar tu belleza
Ni en la sobria perfección de la flor
No puedo igualar tu perfume
Ni tu cuerpo, tus movimientos, tu color
Ni bien mis ojos te abrazaron
Fue un maravilloso poema de amor
Nuestros cuerpos se acoplan en la caricia
Dos piezas que siempre se han pertenecido
Hechas por el mismo carpintero
Con la misma madera, con el mismo cariño
Antes creía sin saber, me relajaba,
flotaba a la deriva en el destino
Hoy tiemblo al considerar perderte
Hoy sé que todo ha cobrado sentido
Y que sin tú que eres nexo de mi tiempo
Nada brilla, nada canta, nada es divertido
El gris es ahora sólo un tono
No volveré a estar solo, soledad no te temo

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